Cosas de las que no tengo pruebas para presentar, pero JURO que las hice:
Anduve en moto a 270 km/h (manejando yo).
Salté en paracaÃdas desde 3.000 metros (de esto tengo la filmación).
Anduve en automóvil a 300 km/h (manejando yo).
Mi vuelo de bautismo fue en planeador, un Blanik biplaza.
Volaba como acompañante de mi mejor amigo, ya fallecido, campeón de vuelo acrobático. TenÃa un Pitts 2A y un Extra 300, ambos de competición.
Y todo empezó porque, de chico, mi primera experiencia en la montaña rusa fue tan traumática que desde la adolescencia me dediqué a controlar ese terror.
Ahora, esperando el fin de la cuarentena para llevar a un amigo a saltar a
Lobos.